El término respirador oral hace referencia a un patrón inadecuado de respiración, el cual acarrea diversos problemas tanto respiratorios, odontológicos como de lenguaje expresivo.
Este síndrome ha sido sugerido como un factor local importante asociado a problemas bronco-respiratorios, maloclusiones dentales, esqueléticas y causando dificultades en el lenguaje expresivo.
Durante la respiración, el aire pasa a través de la nariz, la faringe y llega a los pulmones ya filtrado en las fosas nasales y además caliente.
Mediante la respiración, se estimula el sistema olfativo, se recepciona información del medio externo, además se obtienen los gases necesarios para el mantenimiento de la vida y se eliminan al exterior gases de desecho.
Este síndrome puede ser causado por:
Alteraciones en el paso de aire, como…
- Rinitis, sinusitis, faringitis, catarros.
- Hipertrofia de adenoides, amígdalas o cornetes nasales.
- Atresia de las coanas o del maxilar.
- Desviación del tabique nasal.
- Malformaciones de los huesos nasales y/o fracturas nasales.
- Pólipos o tumores nasales.
- Presencia de cuerpos extraños.
- Uso excesivo de mamadera, chupón o biberón (genera deformaciones en los huesos de la boca e impide que se pueda respirar por la nariz, lo que determina la instalación de la respiración bucal).
También puede aparecer sin que existan obstrucciones evidentes…
- Puede ser una costumbre adquirida desde pequeño.
- Debido a malos hábitos.
- Por copia o imitación.
- A causa de posturas inadecuadas.
- Por alergia o congestión nasal frecuente (se acentúa la respiración bucal).
- Por haber encontrado una forma más corta y fácil de respirar.
Al respirar por de forma oral, el aire…
- No recibe tratamiento de limpieza, calentamiento ni humidificación antes de pasar a las vías aéreas.
- Causa un efecto secante y aumenta las posibilidades de infecciones.
- Las adenoides y amígdalas se atrofian acentuando las dificultades respiratorias y provoca trastornos de fonación y de deglución.
- Se anula la función olfatoria, lo cual dificulta la degustación de los alimentos y todo el proceso digestivo.
Como consecuencia se pueden presentan las siguientes alteraciones...
- Posturas atípicas.
- Alteraciones maxilo-faciales.
- Babeo y ronquidos nocturnos.
- Olfato alterado con disminución del apetito y de la función gustativa.
- Palidez y ojeras debido a la pobre circulación.
- Labios agrietados, quelitis.
- Hábito de contracción del músculo mentoniano (se frunce al tragar).
- Postura del cuello hacia adelante.
Este síndrome afecta de manera directa en la masticación, deglución y habla, trayendo como consecuencia…
- Problemas articulatorios.
- Habla ininteligible.
- Lenguaje distorsionado.
- Habla imprecisa con exceso de salivación.
- Lengua en posición atípica.
- Deglución atípica y masticación ineficaz.
- Mordida abierta.
- Frecuentes disfonías.
- Protrusión de los incisivos superiores.
- Hipodesarrollo de la mandíbula.
- Disminución de tono muscular.
- Dificultad en la emisión de voz.
- Disminución de la capacidad fonemica.
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Previniendo y estimulando…
- Consultar con el especialista de otorrino, odontopediatra o de terapeuta de lenguaje.
- Evitar el uso excesivo de pecho, chupón y biberón.
- Se aconseja ir añadiendo poco a poco comidas más duras en la dieta de los niños, para que empiecen a masticar y así fortalecer todo el sistema maxilo-facial.
- Fomentar actividades o juegos de soplo.
- Fomentar una respiración adecuada.
- Se debe corregir de manera adecuada sin causar prejuicios en el menor.
- Estimular el sistema olfativo a través de diferentes olores.
- Incentivar la masticación de alimentos sólidos
- Incentivar una pronunciación correcta.
Es por ello amigos, que en base a una buena prevencion nos evitamos de un tratamiento largo, costoso y hasta fastidioso.
El presente artículo tiene su autoría por parte de un especialista y amigo, Fernando Miranda Reyes y quien suscribe, Antonio Macedo Cornejo.
